Esta boda en Quinta Senhora da Oliveira en Portugal ha sido muy especial, ha sido la ultima que hizo en 2022 y he cerrado la época de una manera perfecta! El lugar tenía ese encanto rústico perfecto: paredes de piedra, vigas de madera, y una atmósfera acogedora pero elegante. Era el tipo de sitio que se sentía íntimo y atemporal, con cada rincón ofreciendo una sensación de calidez e historia. Pero la vista, sin duda, se robaba el espectáculo. Colinas onduladas se extendían en la distancia, y a medida que el sol iba bajando, la luz dorada hacía que todo luciera aún más mágico. No se podía pedir un mejor escenario para un día tan especial.
Nadia y Fernando estaban completamente relajados. No había prisas ni estrés, solo una tranquilidad que se sentía en el ambiente durante todo el día. Se notaba que disfrutaban cada momento, rodeados de sus amigos y familiares más cercanos. La energía era contagiosa; las risas llenaban el aire, y se veía que todos lo estaban pasando de maravilla.
Sus amigos y familiares fueron el alma de la celebración. Desde las primeras sonrisas por la mañana hasta el último baile por la noche, la alegría no desapareció ni un momento. Estas eran personas que de verdad querían a la pareja, y se notaba en cada abrazo, cada mirada compartida y cada grito de alegría durante los festejos. Donde miraras, veías rostros sonrientes, una prueba de lo especial que fue este día, no solo para Nadia y Fernando, sino para todos los que vinieron a celebrarlo con ellos.
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This wedding at Quinta Senhora da Oliveira in Portugal was very special, as it was the last one I shot in 2022, and I believe I ended the season in a perfect way! The venue had that perfect rustic charm: stone walls, wooden beams, and a cozy yet elegant atmosphere. It was the kind of place that felt intimate and timeless, with every corner offering a sense of warmth and history. But the view undoubtedly stole the show. Rolling hills stretched into the distance, and as the sun went down, the golden light made everything look even more magical. You couldn’t ask for a better setting for such a special day.
Nadia and Fernando were completely relaxed. There was no rush, no stress, just a calmness that could be felt throughout the entire day. It was clear they were enjoying every moment, surrounded by their closest friends and family. The energy was contagious; laughter filled the air, and you could see that everyone was having a wonderful time.
Their friends and family were the heart of the celebration. From the first smiles in the morning to the last dance at night, the joy never faded for a moment. These were people who truly cared about the couple, and it showed in every hug, every shared glance, and every shout of happiness during the festivities. Everywhere you looked, you saw smiling faces, a testament to how special this day was—not just for Nadia and Fernando, but for everyone who came to celebrate with them.
Venue: Quinta Senhora da Oliveira
Fotografia: Hello Twiggs
Second Shooter: Inês Marcelo
Vídeo: LSM Weddings
Wedding-Planners: Lifetime Events
Catering + Decor: Páteo Velho
DJ - António Cid
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